martes, 21 de agosto de 2012

La Organización de Comunidades Judías (Sefaradim y Ashkenazim) en el siglo XVII


Organización de las comunidades judías Sefaradim y Ashkenazim en el siglo XVII


Los centros de los judíos Sefaradim
En su mayoría eran instruidos y de buena posición social y económica. Se acomodaron con éxito en el Imperio Otomano, Holanda, Alemania, Francia, Italia y África del Norte.
Tenían una importante red económica basada en lazos familiares, tradición y lenguaje con los cristianos nuevos que se habían quedado en España y con los que aun tenían contacto.
Se dedicaban al comercio de especias y metales preciosos
Muchos conversos se mudaron a vivir a las colonias españolas de América pues pensaron que en este lugar no iba a ser importante su origen judío, pero no fue así. La inquisición funcionaba en los siglos XVI y XVII y muchos de ellos debieron enfrentar procesos.
Donde no funcionará la inquisición, será en las colonias holandesas e inglesas y hubo una importante comunidad sefardí en Recife, Brasil en 1654
En Francia, Burdeos hubo una comunidad importante y muchos de ellos se instalaron en las colonias de Santo Domingo y Martinica creando comercio que ayudará a consolidar el dominio francés.
La mayoría de los judíos volvieron a sus raíces apenas las condiciones se dieron para ello.
En el Imperio Otomano se instalo el centro sefardí más numeroso. En Italia y Holanda se les dio mucha libertad y hubo algunos personajes sobresalientes como Baruj Spinoza y León de Módena
Los centros de los judíos Ashkenazim
Los más numerosos centros Ashkenazim estaban en Europa Central y Oriental. En Italia y Holanda hubo pequeñas comunidades pero en Polonia y Lituania había grandes comunidades de judíos Ashkenazim que se dedicaban a las artesanías, el comercio en pequeña escala y a la arrenda.
El se comprometía a cuidar la propiedad y los intereses del noble polaco que vivía en la ciudad y depositaba en el judío la responsabilidad de lograr el máximo de ganancias de sus tierras. Muchos judíos se enriquecieron con este trabajo al mismo tiempo que les permitía ayudar a sus parientes y otros miembros dándoles trabajo.
Entre los siglos XVI y XVII hubo comunidades en las ciudades y se dedicaron a la artesanía y comercio lo que les permitía asistir a ferias en otros lugares y tener contacto con otras comunidades judías se Europa.
En el siglo XVII hubo muy pocos judíos en Alemania y Francia, así algunas familias recibían cartas de protección para establecerse en sus territorios y algunos de ellos se convirtieron en Hofjuden – Judíos de la Corte, que por tener dinero abastecían a los gobernantes desde vestimentas hasta dinero; debido a esta política se crearon nuevas comunidades que al principio fueron muy pequeñas pero marcaron un cambio de dirección en las migraciones judías.