jueves, 6 de marzo de 2014

Revolución Francesa

Los Derechos del Hombre



Europa vivió cambios políticos y sociales significativos en la época moderna. Acontecimientos como la Revolución Francesa , las conquistas de Napoleón, el surgimiento del Liberalismo  y el Nacionalismo, también dejaron su sello en los judíos de ese continente y en los vínculos entre ellos y la sociedad en general.
Por lo general se considera que el acontecimiento más influyente en el cambio de la relación entre los judíos y la sociedad circundante, fue la Emancipación– el reconocimiento por parte del gobierno, de los judíos como ciudadanos con igualdad de derechos en el estado.
La emancipación aguzó la cuestión de la identidad de los judíos. No solamente la sociedad les exigía integrarse, ellos mismos debían decidir respecto de su lealtad. El hecho de recibir la emancipación planteo la cuestion
¿Los judíos ya no son residentes temporarios entre los pueblos del mundo esperando retornar a su patria y erigir su estado cuando llegue el Mesías? ¿Son como todos los ciudadanos y se diferencian sólo en su religión? ¿El judaísmo es una nacionalidad o solamente una religión?
giro significativo que se produjo en la vida de los judíos en Europa en la época moderna – haber recibido la igualdad de derechos y el cambio que se produjo en el trato de la sociedad general y los gobiernos hacia los judíos. derechos del hombre y los vínculos del ciudadano con el gobierno.
Hasta fines del siglo XVIII, los judíos de Europa no gozaban de igualdad de derechos frente a los cristianos.
En países en los que se permitía la existencia de una comunidad judía, éstos eran considerados una unidad étnica separada que gozaba de ciertos derechos de autonomía, como por ejemplo la recaudación de impuestos y justicia según las leyes de la Halajá. Pero ese a cambo de ese reconocimiento de derechos de autonomía para dirigir la comunidad, los judíos pagaban el precio de la discriminación económica, diferentes restricciones legales (como la delimitación de la zona donde les permitían habitar) y la prohibición de desempeñarse en funciones administrativas y gubernamentales. Asimismo, fueron demarcados los ámbitos de trabajo permitidos a los judíos en la industria, el comercio y la agricultura.
Algunos cambios en la posición de los judíos se produjeron aún antes de la Revolución Francesa , en el período de las Monarquías Absolutistas. Estos reyes colocaban el bien del Estado y las necesidades del gobierno por sobre las consideraciones religiosas (cuando había una contradicción entre ambas) y aspiraban a aprovechar las fuerzas útiles en la sociedad para beneficio del Estado, aunque se tratara de comerciantes y banqueros judíos. Algunos de los monarcas absolutistas, como el emperador austriaco Joseph II, deseaban “corregir” a los judíos, y por eso les otorgaron “Edictos de Tolerancia”. Joseph II quiso aprovechar el dinero y la fuerza de trabajo judía a favor de la economía del imperio austriaco, en una era en la cual la importancia del comercio y las fábricas aumentaba, y descendía la de la vieja economía feudal.
Con la integración de los judíos a la sociedad, se esperaba de ellos que renunciaran a lo que los particularizaba como un grupo religioso y cultural separado, y que se esforzaran en conservar su proporcionalidad demográfica en la población y que no se produjera un incremento cuantitativo. Prestemos atención al hecho de que aún persistían limitaciones en las zonas de residencia permitidas a los judíos, a las que se agregaron, junto a los nuevos derechos, restricciones referidas al idioma y las costumbres.
los judíos primero deberían demostrar lealtad al estado y comenzar a comportarse como “nativos” a fin de merecer la ciudadanía. El mensaje explícito era que los judíos deberían transformarse en patriotas, mientras que el mensaje implícito intentaba conducirlos hacia el cristianismo.
La Revolución Francesa , que estalló en 1789, marcó el comienzo de una nueva era en la historia europea y mundial, y produjo un cambio dramático en la forma de definir las relaciones del individuo y el gobierno y en la manera en que el individuo define su identidad y lealtad. En su lema “Libertad, igualdad y fraternidad” creó una nueva situación política y social en la que Francia se transformó en el estado de los franceses. Todo francés, independientemente de su clase o religión, se convirtió en un ciudadano con igualdad de derechos, que debe manifestar lealtad a la patria y sus leyes, en lugar de la tradicional fidelidad al rey.
Ya en los primeros días de la revolución, la Asamblea Nacional proclamó la “Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano” que rezaba: “ Todos los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos…nadie será incomodado por sus convicciones, incluidas las religiosas, mientras sus expresiones no alteren el orden público”.
La Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano se basaba en los principios de la Ilustración, opuesta a la discriminación de los judíos por su fe. Sin embargo la Declaración no llevó inmediatamente al otorgamiento de igualdad de derechos a los judíos de Francia. La discrepancia acerca de su status se prolongó por meses. Los opositores a la concesión de igualdad de derechos a los judíos, entre ellos muchos de los hombres de la Iglesia , sostenían que los judíos no pertenecían a la nación francesa por ser una unidad nacional separada que constituye una especie de “nación dentro de una nación” y por lo tanto jamás podrían convertirse en verdaderos franceses y siempre desearían retornar a la tierra de sus antepasados.
No obstante, otros representantes en la Asamblea sostenían que no se debe negar a ningún hombre sus derechos civiles en base a sus creencias religiosas y los judíos no eran la excepción.
La Revolución Francesa

Francia fue el país en donde los ideales del Iluminismo se materializaron en primer lugar.
Los Borbones quienes gobernaban Francia no fueron capaces de solucionar los problemas económicos del país y su despotismo hizo que no se convocaran los Estados Generales (parlamento formado por los estados que conformaban jurídicamente la sociedad francesa)
Y junto con otros factores incidieron en el estallido de la Revolución Francesa.

Los tres estados que formaban los Estados Generales representaban a la sociedad

Primer Estado: Nobleza a. de Espada: era la mas antigua, dueña de grandes propiedades,
tenía derechos sobre la caza, molinos, hornos, justicia, y podían
exigirle a los campesinos rentas
b. de Toga: Eran burgueses acaudalados que a partir del siglo XVII
habían adquirido derechos de nobleza hereditarios por medio de la compra. Estos cargos les permitían ser secretarios, parlamen-
tarios.
Ambas noblezas tenían mucha libertad con los pagos de los impuestos. Estaban casi eximidos de pagar por las tierras y cuando había escasez.

Segundo Estado: Clero La mayoría de los altos mandos de la iglesia eran nobles, así que
tenían beneficios por doble partida, por nobles y por la iglesias.
Recibían el diezmo y rentas y derechos feudales. Pagaban poco.

Tecer Estado: Burguesia a. Alta: Grandes comerciantes, proprietários de indústrias, finan-
cistas y banqueros
b. Baja: Comerciantes y profesionales
c. Trabajadores Urbanos: Artesanos, maestros, propietarios de
pequeñas tiendas.
d. Campesinos: Cada uno de cuatro campes. Eran dueños de tierras
La mayoría compartían su producción con terratenientes.
tenían una carga alta de impuestos a la iglesia y sobre la
tierra y la sal además que pagaban por el uso del molino y
del horno. Cuando la situación se empeoro, las cosechas
fueron malas y los precios empezaron a aumentar, la agnus-
tia se apodero de los campesinos.


Durante el régimen absolutista de Luís XVI la situación económica se hallaba al borde del colapso así que sugieren reunir los Estados que hacia 175 años no se reunían. Al ser convocada la asamblea en 1788 el tercer estado tenía mucha fuerza y no estaba dispuesto a que la votación fuera como siempre, cada estado por su cuenta, pues cada estado tenía el mismo número de representantes y siempre terminaban perjudicados. Exigieron que la votación fuera como individuos. La asamblea tomo el poder soberano de la nación y no el rey. En este momento el tercer estado toma decisiones cruciales.
1. Suprimió los privilegios de los señores
2. intento redistribuir racionalmente la carga de los impuestos
3. Suprimió el diezmo a la iglesia
4. aprobó la distribución de tierras a los campesinos
5. se abrieron a toda la población los puestos del servicio del estado, la administración del mismo y el ejercito
6. Se aprobó una nueva constitución conocida como los derechos del hombre y del ciudadano


A partir de la abolición de los privilegios y la declaración de los derechos del hombre había un nuevo orden en las cosas. Todos los habitantes estaban obligados y protegidos por las leyes no importando su religión o nivel socio económico. Los ciudadanos elegirían a los funcionarios que organizaran, legislaran y defendieran sus derechos.


Los judíos en Francia pre revolucionaria

No había muchos judíos en Francia antes de la revolución, unos 40.000 judíos repartidos en 4 comunidades

1. Burdeos y Bayona
Comunidad pequeña 3.000 a 3.500 personas descendientes de portugueses criptojudios que se hicieron pasar por cristianos nuevos para llegar a Francia.
tenían cartas de privilegios y les permitían vivir y comerciar por toda Francia. Algunos de ellos tenían negocios internacionales con colonias en Canadá y santo domingo en donde tenían plantaciones de azúcar, comercializaban con vino al por mayor y eran dueños de astilleros y a veces hasta de fabricas de armas.
compartían con los franceses el idioma, los modales, sus vestimentas pero en sus casas hablaban portugués y continuaban sus tradiciones ancestrales. No tenían relaciones con otras comunidades judías de Francia, al contrario tenían actitudes desdeñosas y hostiles hacia ellas. De hecho escribieron una carta al conde de Richelieu para que “no dejara entrar a judíos extraños” sin que confundiera a los judíos portugueses y sefaradim descendientes de la tribu de Yehuda con los restantes hijos de Yaacob.
Durante la revolución escribieron:
Que estaban acostumbrados a una vida desahogada, tolerante, inteligente y que sienten desden por sus correligionarios quienes realizan ceremonias bárbaras y que están sometidos a supersticiones e hipocresías.

2. Avigñon y Carpentras – al sur de Francia
Comunidad aun más pequeña. Tenía unas 2.500 personas. Los judíos habían vivido ahí por siglos. Ahí había nacido Rashi en el siglo X. había sido una provincia papal hasta 1791 y durante esa época habían tenido persecuciones pero ahora eran parte de Francia y ellos se consideraban franceses. Eran muy religiosos, tenían su propia forma de rezar y sus rabinos y libros que copiaban a mano, además que hablaban un dialecto propio. No tenían contacto con otras comunidades judías. Durante la revolución muchos de sus miembros se mudaron a Paris o a Burdeos.

3. Paris
Comunidad formada después de la mitad del siglo 18. Contaba con unas 500 personas. Había ahí judíos de Burdeos, Avignon, Lorena, emigrados de Alemania, Holanda y Polonia. Algunos tenían buena posición económica. Eran proveedores de la corte y grandes comerciantes y los menos ricos eran artesanos independientes, tenderos, pequeños cambistas y algunos profesionales.
Aunque los judíos no tenían permiso de instalarse en Paris, eran tolerados. Hablaban francés, ejercían cargos directivos y vestían a la moda. había cafés llamados café Juif en donde se reunían los comerciantes judíos.

4. Alsacia y Lorena
Esta era la comunidad más numerosa de Francia. Solo de Ashkenazim y tendría unas 25.000 personas. Alsacia y Lorena conquistada pro Francia en el siglo 17 era un poco diferente del resto del país pues aun estaba bajo el dominio de los feudales y príncipes alemanes y la iglesia católica era muy importante.
Los mas pobres se consideraban mas alemanes que franceses mientras los mas adinerados eran mas franceses. Se diferenciaban pues el idish que hablaban era diferente que el hablado por los ashkenazim de otros países.
Vivian en las condiciones típicas de la época medieval. En muchas ciudades estaba prohibida su residencia y en otras eran solamente tolerados y no se consideraban pobladores permanentes del país, solo dependía del gobernante de turno.
En todas partes pagaban impuestos especiales además de los comunes al resto de la población.
No podían ejercer como artesanos ni comprar o arrendar tierras y se les limitaba sus operaciones comerciales. La mayoría eran pequeños tenderos, vendedores ambulantes de ropas usadas, compradores de cereales, intermediarios en la venta de tierras, mercaderes de caballos. Otros se dedicaban al préstamo de dinero a los grandes señores, a los habitantes de la ciudad y a los campesinos.
La situación económica de estos judíos era a veces precaria. Los que no podían pagar impuestos eran considerados mendigos y vagabundos y solo podían residir en la zona tres meses
En Metz había unos 480 familias. Los impuestos eran muy altos y la comunidad estaba muy endeudada cuando comenzó la revolución. No podían construir sinagogas o mantener rabinos. Su esquema comunitario era como en la época medieval en donde se acataban disciplinariamente las decisiones de la dirigencia. había un grupo pequeño de ricos en Metz que tenia negocios bancarios, comercio grande y eran proveedores del gobierno. Ellos también dirigían la comunidad y tenían contactos con los gentiles. Hablaban francés y alemán. Era una comunidad muy ortodoxa

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